Amina, una mujer musulmana, abre las puertas de su cocina para narrar su propia historia aprendiendo a cocinar. Ella transita el barrio haciendo compras, cocina para su familia y reflexiona sobre las mujeres que la antecedieron en las recetas. Relata el acto de cocinar no sólo como un trabajo, o esfuerzo, sino como un acto de amor y un gesto que nadie se detiene a ver.