El Negro forma parte de un grupo de desertores argentinos que se esconde en una cueva subterránea desde hace semanas, sobreviviendo con algunas provisiones y el calor de un brasero improvisado.
Una noche, despierta con el ruido de soldados ingleses que caminan justo encima de la cueva; charlan y ríen. En la cueva, los demás desertores están ya despiertos, cuidándose de no hacer ruido. Las voces se acercan a la entrada, están a punto de ser descubiertos cuando arriba se desata una balacera. Los tiros duran apenas unos segundos y todo queda en silencio. El Negro decide salir, lo que trae de afuera cambiará el destino de todos para siempre.