El film expone el trabajo de un equipo científico dirigido por la Dra. Gabriela Ortiz (investigadora del CONICET) durante una excavación desarrollada en el contexto de las Yungas de Jujuy, una región poco explorada en la investigación arqueológica.
La producción se centra en uno de los hallazgos de este estudio: los restos óseos de una mujer que habitó en la región hace dos milenios. El film presenta, por primera vez, un retrato en calidad fotográfica de esta pobladora a partir del uso de tecnologías de reconstrucción facial implementadas por Jorge González.
El documental, además, explica las prácticas funerarias, la relación con el ambiente, el arte y la producción de alimentos de las poblaciones prehispánicas asentadas en las Yungas.