Un hombre es asesinado en las calles del centro de Lima. Lleva un bebé. Pero nadie escucha sus llantos. Ni los disparos. Es el primer partido de Perú en el mundial de Argentina 78. Y a nadie le importa, salvo a Félix, Joaquín Calvo era su único amigo.
Pero ¿era realmente su amigo? Félix comienza a descubrir hechos oscuros (más bien, toda una vida oculta) en el pasado del muerto. Al parecer, Calvo militaba en grupos de izquierda y ayudaba a escapar de sus país a perseguidos argentinos. Sin embargo, a la vez, tenía una amante casada… con el jefe de la inteligencia militar.
Félix también comienza a descubrir la vida secreta del país. Aunque aparentemente, el Perú está a punto de volver a la democracia, opositores peruanos y perseguidos argentinos comienzan a desaparecer en operativos militares por toda la ciudad. Félix intenta denunciarlo, pero nadie le cree. O quizá a nadie le importa. Porque hay un mundial. Félix no lo sabe. Y el país tampoco. Pero ambos están a punto de perder la virginidad sexual, política e incluso futbolística.